TOKIO. En Japón, país conocido por sus numerosas horas extras, la filial local de Microsoft experimentó recientemente un planteamiento inverso, logrando una mejor productividad con menos trabajo gracias a una semana laboral de cuatro días.
En agosto, Microsoft Japón cerró sus oficinas cada viernes dando un día más de descanso semanal a sus 2.300 empleados locales, explicó la empresa en un reciente comunicado publicado en su web.
La filial también limitó las reuniones de trabajo a 30 minutos y cinco participantes máximo, y promovió la comunicación en línea en lugar de en persona o por correo.
El resultado: la productividad por trabajador aumentó un 39,9% en agosto -a lo largo de un año- y el consumo de electricidad se redujo un 23,3% y el de papel impreso un 58,7%, según Microsoft Japón.